Volkswagen tiene, prácticamente, un modelo para cada conductor y para aquellos que estén buscando un vehículo no demasiado grande, que, además, le sirva para el día a día y para hacer alguna que otra escapada, la marca alemana tiene un par de estandartes: el Golf y el Polo. El primero de ellos es un coche polivalente, pero con unas medidas lo suficientemente contenidas para que sea cómodo en la ciudad. El segundo tiene un enfoque mucho más urbano, pero eso no le incapacita para superar los límites de la urbe. Ambos tienen mucho que ofrecer, semejanzas y diferencias. Los hemos comparado para contarte todos los detalles.
Exterior
Diseño
Como ya es sabido, la base del Golf sigue siendo la conocida plataforma MQB del Grupo Volkswagen. Sobre esta base, la marca alemana ha dispuesto un diseño de lo más clásico que se apoya en un alto nivel de calidad. Dos señas que han permanecido imperturbables a lo largo del tiempo. No en vano, son pocos los que siguen esperando una ‘revolución’ estética con la llegada de cada nueva generación.
Esta pérdida de esperanza es lógica puesto que los cambios que ha ido introduciendo Volkswagen se caracterizan por su ligereza: un nuevo diseño para los faros, otra integración para las antiniebla, iluminación progresiva para los intermitentes, la ampliación de la paleta de colores con el amarillo cúrcuma o la opción de equipar luces LED sin olvidar el ‘Dynamic Light Assist’, un sistema que permite llevar las luces largas porque el propio coche evita los deslumbramientos.
El Polo, por su parte, se asienta sobre la plataforma MQB A0, que se estrenó con el SEAT Ibiza. Igual que sucede con el Golf, Volkswagen ha apostado desde el principio por un diseño conservador que ha ido modernizando intentando darle un aire más deportivo, potente y fresco. En consecuencia, el Polo ha visto el cambio de su grupo óptico delantero, la evolución del trasero y cómo se ha agudizado su nervio lateral, ahora situado entre un par de hendiduras.
Carrocerías y versiones
A lo largo de su vida, el Golf ha evolucionado su base de compacto hacia diferentes carrocerías y versiones. Volkswagen da al conductor la oportunidad de elegir entre una carrocería de tres puertas y otra de cinco, pero las posibilidades no terminan ahí porque este compacto está disponible en varias opciones:
- Variant: familiar
- Alltrack: crossover
- Sportsvan: monovolumen
- GTI, GTD y R: versiones deportivas
- GTE: híbrido enchufable
- e-Golf: eléctrico
El caso del Polo es algo distinto. La marca alemana ha dado portazo a la posibilidad de elegirlo con una carrocería de tres puertas y ha apostado, única y exclusivamente, por una de cinco siguiendo la tendencia del mercado. A diferencia del Golf, no cuenta con esa variedad de evoluciones y su carta se reduce al paquete R-Line y a estas cuatro versiones:
- Edition
- Advance
- Sport
- GTI
Tamaño
En cuestión de medidas, ambos se encuentran dentro de la media de su segmento. A la hora de comprar el Golf y el Polo, el primero siempre saldrá ganando porque está por encima del segundo, que, a su vez, destaca por la evolución de su maletero: de 280 a 351 litros.
VW Golf (metros) | VW Polo (metros) | |
---|---|---|
Largo | 4,25 | 4,05 |
Ancho | 1,79 | 1,75 |
Alto | 1,49 | 1,46 |
Maletero | 380 litros | 351 litros |
Interior
El habitáculo
Dentro del Golf, la evolución estética (porque no se puede llamar revolución) es algo mayor que en su exterior, pero sin salirse del camino que ha marcado desde siempre Volkswagen. Dentro de esos estándares, la firma alemana se ha centrado en la comodidad de la posición del conductor y en la parte delantera en general. Para ello, ha dispuesto un diseño suave, especialmente visible en el salpicadero, una zona plagada de huecos para que todo esté en su sitio.
Sin embargo, los cambios en el Polo son más evidentes porque, básicamente, su habitáculo es más grande y espacioso. Los ocupantes de la parte trasera podrán disfrutar de una mayor amplitud y de una altura libre al techo mucho más generosa. En la parte puramente estética, Volkswagen ha decidido unir la pantalla multimedia y la instrumentación además de situar un hueco portaobjetos que marca la consola central. Y si miramos hacia arriba, el Polo puede contar con uno de los techos panorámicos más grandes de su segmento. Las novedades acaban aquí ya que el resto de elementos siguen el diseño conocido hasta el momento.
Acabados
Si hay algo en lo que Volkswagen se crece (y con razón) es en el tema de los acabados. El Golf ha renovado su aspecto interior abrazando, una vez más, los acabados firmes y resistentes y los acoples exactos y minuciosos. O lo que es lo mismo: un nivel tan sobresaliente que casi alcanza el calificativo de premium. Eso sí, no todo lo que reluce es oro y en el caso del Golf más que nunca ya que la marca alemana ha empleado algunos plásticos brillantes que resultan algo sucios y se nota hasta la mota de polvo más pequeña.
Los ajustes y materiales del Polo son buenos y convencen, sobre todo en la parte del salpicadero, que presume de buen tacto, pero donde más se ha notado su salto es en la ergonomía y en los controles. A esto hay que añadir que tiene once tapicerías disponibles y hasta 17 paneles decorativos diferentes.
Conectividad
En función de las versiones, el Golf puede ampliar sus posibilidades de conectividad ya que la marca alemana se ha esforzado en hacer de él un modelo más tecnológico y más puesto al día. Un buen ejemplo de ello son sus pantallas de infoentretenimiento, que han aumentado en cada una de sus variantes. Entre sus diferentes avances cabe destacar el ‘Active Info Display’, un cuadro de mandos digital, o la tecnología ‘Control Gestual’ con la que se pueden manejar algunas funciones a través del movimiento de las manos.
El Polo sigue la misma línea al incluir un elevado número de nuevas tecnologías, que se ven poco en su segmento, o que, directamente, se caracterizan por ser inéditas. A esto hay que sumar el ‘Digital Cockpit!’, con nuevas gráficas además de una interfaz más clara y manejable, y otros elementos como el cargador por inducción para el móvil o el ‘Air Car Climatronic’, un climatizador que tiene sensor de calidad del aire.
Seguridad
En materia de seguridad, tanto el Golf como el Polo firman un empate. Los dos modelos de Volkswagen han obtenido la máxima puntuación en las pruebas de la EuroNCAP: cinco estrellas.
Notas aparte, el compacto alemán dispone de un sistema conocido como ‘Traffic Jam Assist’ con el que el coche, en un atasco y con tráfico lento, es capaz de acelerar, frenar y girar a baja velocidad. Un pequeño paso hacia la conducción semiautónoma. Al hilo de esto, cuenta con ‘Front Assist’ y ‘City Emergency Braking’, que ayudan a evitar colisiones en la ciudad.
El Polo, por su parte, ofrece control de crucero adaptativo ACC, el sensor de ángulo muerto o el asistente de salida de aparcamiento y el de estacionamiento automático, bautizado como ‘Park Assist’.
Motor
El Golf pone a disposición del conductor un amplio abanico de opciones tanto en gasolina (TSI) como en diésel (TDI) sin olvidar la versión eléctrica y el híbrido enchufable.
- Gasolina: TSI de 110 a 310 CV
- Diésel: TDI de 110 a 184 CV
- Híbrido enchufable: 1.4 TSI de 204 CV
- Eléctrico: 135 CV y 300 kilómetros de autonomía
- Cambio: manual y automático DSG
- Tracción: delantera y total (sólo en disponible en algunos modelos)
- Consumo urbano: 5,6 l/100 km
- Consumo extraurbano: 4,2 l/100 km
- Consumo mixto: 4,7 l/100 km
El Polo, por su parte, cuenta con ocho motores de gasolina y dos de diésel. A ellos se une una opción de GNC, más respetuosa con el medio ambiente.
- Gasolina: TSI de 65 a 115 CV
- Diésel: 1.6 TDI de 80 y 95 CV
- GNC: 1.0 TGI de 90 CV
- Cambio: manual de cinco velocidades y automático DSG de siete
- Tracción: delantera
- Consumo urbano: 5,7 l/100 km
- Consumo extraurbano: 4,3 l/100 km
- Consumo mixto: 4,8 l/100 km
Al volante
A los mandos del Golf, el conductor disfrutará de una conducción predecible, fina, minuciosa y con reacciones suaves, pero no tan directa como la de algunos de sus rivales. A esto hay que añadir que la aceleración es algo elevada si se compara con su potencia y que cuenta con una suspensión normal, que lo convierte en un coche muy cómodo. Un punto que ha mejorado es su aislamiento, sobre todo en las mecánicas de gasolina ya que en las de diésel aún existe cierto margen de mejora. A pesar de ello, la contaminación acústica es mínima a cualquier velocidad.
En el caso del Polo se percibe una puesta a punto equilibrada, confortable y ágil. El conductor notará cómo Volkswagen ha conseguido contener las vibraciones y la sonoridad, eso sí, siempre que circule con ritmos tranquilos. Al hilo de esto conviene destacar la calidad de la rodadura y la buena absorción de los baches.